Decisiones y Destinos
Las decisiones hay que tomarlas. Pasado por mucho tiempo, voy y vengo, pero las cosas no cambian en los ministerios de mis amigos, y me doy cuenta que han detenido una decisión por años. Simplemente, dejan que el tiempo pasa. El mal líder es el que nunca toma decisiones, no tiene valor de tomar decisiones. Cuando la gente toma decisiones, empieza a medir la consecuencia de la decisión. Ve el Modelo de Jesús, la iglesia va a crecer. ¡Decide! “Pero es que no me conviene”, dices. Estás tomando decisiones por conveniencia, no porque sean correctas o incorrectas.
Todo lo podemos hacer en Cristo Jesús que nos fortalece. ¿De qué te sirve pasar el Mar Rojo si no vas tras las promesas de Dios? Por cada promesa que Dios tiene para tu vida, hay gigantes que se levantan. No, no es fácil pero es glorioso. Todos conocemos la historia de David y Goliat. I Samuel 17:39. Uno no es bueno para aquello que no practica.
Uno decide lo correcto y no mide la consecuencia. Era correcto derrotar a Goliat, pero si me mata, por lo menos que comience conmigo. Debes repetirte: “Voy a hacer lo correcto, no lo que conviene”. A algunos de ustedes no les conviene pagar impuestos, pero es lo correcto. No les conviene andar entre pecadores, porque ¿qué dirá la gente? pero es lo correcto.
Sólo tus decisiones que no las toma Dios por ti, pueden darte un mejor destino. Destino y decisión van de la mano. Orar es una decisión, ayunar, leer más la Palabra, contratar buena gente. ¿Cuál es la diferencia entre el varón y el siervo? El siervo de Dios sirve, el varón de Dios tiene carácter, está formado.
I Samuel 17:40-42. Debes repetirte: “Satanás, no me tengas en poco, te voy a dar duro, amén”. 1 Samuel 17:43-45. Aquel que se mete contigo, se mete con el Dios tuyo. Repite de nuevo: “Dios y yo somos mayoría, y el Ángel de Jehová acampa alrededor de aquellos que le tememos”.
- Tomado de la Página de Cash Luna www.cashluna.org
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