¿Cómo recibir un cambio inmediato en cualquier relación?
Algunos de ustedes se están ahogando religiosamente, orando en lenguas, pero por dentro, están preocupados, no tienen reposo ni descanso.
Hechos 13:36
David sirvió a su generación. Debemos servir a alguien, ayudarle a cumplir con su destino. Sólo puedes servirle a la generación en la cual Dios te ha situado. Si tienes vida, es porque no eres un accidente, aunque hayas nacido fuera de matrimonio o por una violación; el hecho de que tengas vida es que eres parte de esta generación. Si eres cristiano, tienes una responsabilidad de servirle a tu generación. No puedes servirle si no entiendes sus debilidades, fortalezas, ataques demoníacos. Nunca hemos vivido en una generación tan llena de pecado y con tan fácil acceso por medio de la televisión e Internet. Sirve con sabiduría a tu generación, porque ese es el anhelo de Dios.
Te lo voy a ejemplificar de la siguiente forma: La gente se ahoga en piscinas por dos razones. Una de ellas es porque no saben nadar y la otra es porque sí saben hacerlo, pero en algún momento dentro de la piscina, algo neutraliza su habilidad de nadar. Esta generación se está ahogando en pecado, en todo tipo de problemas y la única respuesta para que esto no pase es aprender a andar en el espíritu. El solo asistir a la iglesia, escuchar Palabra profética no te salvará de ahogarte. Muchos aquí son salvos y se están ahogando en el pecado, no porque no amen a Dios o porque no detesten al diablo, sino porque sólo hay una solución para ser un cristiano victorioso y es aprender a andar en el Espíritu.
Algo que me gusta del Apóstol Cash es que a él le gusta nadar en el río de Dios. El poder de su ministerio es porque sabe caminar en el espíritu. Si eres líder de célula, la información no es suficiente; participar no basta, debes aprender a nadar en el río de Dios.
En mi juventud salvaba vidas de personas que se estaban ahogando en piscinas, mar, etc. Di clases de natación a niños y lo primero que se enseña no es cómo mover las piernas o los brazos, sino a flotar; debes convertir el agua en tu mejor amiga. Si tú eres líder de célula, tu papel en el modelo es enseñarle a la gente a flotar en el río de Dios, enséñales a confiar en Dios porque él es bueno.
Pasos para nadar en el espíritu
1. Flotar en la bondad de Dios. Cuando estás atravesando una crisis, debes flotar y decirte: “Dios se encargará, Dios es fiel”. Si no puedes flotar, no vas a aprender a nadar. La persona promedio tiene dudas severas acerca de la bondad de Dios, algo malo les pasa y se preguntan: “¿Por qué Dios permitió que esto me pasara? ¿Por qué permitió este divorcio, este cáncer?”. En el momento en que preguntes eso, empiezas a ahogarte.
Algunos de ustedes se están ahogando religiosamente, orando en lenguas, pero por dentro, están preocupados, no tienen reposo ni descanso. Debes confiar en que Dios es bueno. El mundo está quebrantado; el diablo te odia y quiere afectar tu vida, pero debes aprender a nadar. Confía en la bondad de Jehová. Siempre se distingue la gente que se está ahogando por las palabras que salen de su boca, están llenos de temor, vergüenza. Esta es una revelación asombrosa: Cuando salvas a alguien, lo llevas a la orilla y están inconscientes, debes sacarles el agua que tragaron y darle respiración boca a boca. El soplo que das, les da vida a ellos. Así creó Dios a Adán; él estaba muerto, pero Dios sopló aliento de vida. El soplará dentro de ustedes para restaurarlos y revivirlos.
Romanos 7:15-24
Pablo nos explica la condición humana; las cosas que quiero hacer no las hago, y lo que no quiero hacer es lo que hago. Sabes que mentir, robar, fornicar, no perdonar es malo, pero aún sabiéndolo, sigues haciéndolo, esa es la condición humana. Esto también era lo que el apóstol Pablo estaba atravesando.
En el sistema romano tenían distintos métodos de ejecución. Si eras culpable en el sistema romano o eras sentenciado injustamente, uno de los métodos de ejecución era “el cuerpo de muerte”. Consistía en tomar el cuerpo de una persona muerta y lo amarraban al cuerpo de la persona sentenciada, muñeca con muñeca, cintura con cintura y tobillo con tobillo; el cuerpo sin vida empezaba a podrirse y debían cargarlo hasta que los gusanos contaminaban al sentenciado. La Biblia nos indica que este cuerpo de muerte es parte del cuerpo humano hasta que aprenden a caminar en el espíritu.
Pablo dice: “Oh, miserable de mí, ¿quién me libertará de este cuerpo de muerte?”. Pero seguido dice: “Ya no hay condenación para aquellos que andan en el espíritu y no cumplen con el deseo de la carne”.
Puedes ver a una persona normal por fuera, un empresario, ama de casa, estudiante, líder, pero cada uno de ellos lleva atado un cuerpo de muerte que puede ser lujuria, drogas, pecados sexuales, ira, amargura, adulterio, etc. Las cosas que quieres hacer, no las puedes hacer; ese cadáver está contigo cuando estás con tus niños, en la cama con tu esposo, en tu oficina y arruina totalmente tu vida. Eres normal por fuera, eres una mujer hermosa por fuera, pero por dentro, estás, como dice Pablo, con un cuerpo de muerte. Sólo hay una respuesta para salir de esto, y no consiste en venir a la iglesia, sino en “aprender a andar en el espíritu”. Acabo de describir cómo te sientes por dentro, pero hoy Jesucristo puede liberarte, puede tomar este cuerpo de muerte y quitártelo y dejarte libre. Debes confiar en Dios, debes nadar y caminar en el Espíritu.
La Biblia indica que la condenación siempre acompaña a la gente que no sabe cómo andar en el espíritu. Temor, vergüenza siempre te seguirán hasta que aprendas a caminar y ese es el papel de la iglesia.
En Génesis dice: “¿Cuál era el nombre del árbol que Dios les prohibió comer?”. Era el árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios no quiere que no seas malo, El quiere que seas espiritual. Cada domingo, muchos pastores vienen al púlpito, pero en la espalda llevan un cuerpo muerto, aunque por fuera se ven bien. ¿Qué llevas en tu espalda?
Hay cuatro clases de personas sobre la tierra:
1.-Gente mala. Son malos, cada vez que tienen oportunidad, hacen lo malo.
2.-Gente buena. Gente que está bien, pero tiene atado un cuerpo de muerte.
3.-Gente espiritual. Como la mayoría deberían ser.
4.-Gente que no es mala, sólo está quebrantada. La mayoría de gente en el pueblo de Dios no es gente mala, sino quebrantada. Fuiste hecho por un diseñador, eres un diseño único y cuando rompes los mandamientos de Dios, te sales de tu diseño y algo en tu vida se rompe. La fornicación, adulterio, divorcio, masturbación, etc. te quebrantan. Muchos asisten a las iglesias pensando en ser así mejores personas. Piensan que asistiendo a reuniones podrán dejar ese cuerpo de muerte, pero eso nunca pasará hasta que aprendan a caminar en el espíritu. Muchos de ustedes han ocultado su quebrantamiento y no dejan que nadie vea su estado real, pero la única manera de romper y dejar ese cuerpo de muerte que llevas dentro y que sólo tú sabes, es andar en el espíritu de Dios.
El primer mandamiento de Dios es que reconozcas que estás quebrantado. Si vas a servir a tu generación, debes conocerla, admitir que estás quebrantado. Dios puede reparar todo quebranto. Una persona que no es mala y que sólo está quebrantada es la que cada vez que hace algo malo, se siente avergonzada y culpable. Debes aprender a confiar en la bondad de tu Padre.
La tarea de una iglesia es hacerte espiritual, debe enseñarte a andar, caminar, fluir en el espíritu de Dios.
Para quitar ese cuerpo de muerte debes hacer dos cosas:
1.-¡Reconócelo! no eres malo, sólo estás quebrantado.
2.-Pídele a tu líder que te enseñe a caminar en el espíritu. Podrás asistir a muchas reuniones, leer muchos libros, pero ese hombre de muerte estará en ti. No sé qué te quebrantó, si un divorcio, el abuso, abandono, soledad; el diablo usará lo que pueda para destruirte y lo que importa es que aprendas a andar en el espíritu.
Si no resuelves los problemas en tu vida, seguirán por años, tendrás un corazón oprimido, dividido, condenado, atormentado, lleno de temores.
Profeta Kevin Leal
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