viernes, 18 de agosto de 2006

Decide si eres Cristiano (Parte 2)

LOS CRISTIANOS SECRETOS

Las "evangelimedusas", los "habitantes de las cercas" y los "camaleones" se parecen todos a Jesús, pero no son de Jesús. Sin embargo, hay otra clase de personas que puede que sean cristianas, pero que tienen su propia enfermedad: quieren vivir como agentes secretos, como muñecos en cajas de resortes. La gente que es así pone su fe en Jesús sólo para la salvación eterna y, en verdad, habita en ellos el Espíritu de Dios, pero su condición de cristianos genuinos es el mejor secreto que guardan.

Los "agentes secretos" (cristianos "cajita de sorpresa"). Durante toda la semana, el agente secreto mantiene su cabeza nacida de nuevo en su caparazón también nacido de nuevo como una tortuga... hasta el domingo por la mañana cuando ¡pop!, salta de la caja, canta himnos y sonríe e incluso cierra los ojos con todo el mundo; sólo porque hay seguridad y no hay moros en la costa. Entonces, después del servicio de la noche se va a su casa, se arropa en la cama, se cubre la cabeza con las cobijas y se duerme, pensando en que las cosas van a ser diferentes el lunes por la mañana. Y así sigue la vida para el agente secreto, semana tras semana.

Los agentes secretos son hipócritas, están escondiendo su verdadera identidad como hijos de Dios. El agente secreto vive temeroso de la reacción de que sus amigos o familiares se llegaran a enterar de que, en realidad, es un verdadero seguidor de Jesús. Los agentes secretos están atrapados por el miedo a sus iguales, y temen asumir una posición solos. Se niegan a decir la verdad acerca de sí mismos, por miedo al rechazo, y encuentran mucho más seguro viajar de incógnito. Los agentes secretos están más preocupados por el aplauso de los hombres que por el aplauso de Dios; están más preocupados acerca del "qué dirán" que de lo que piense Dios.

POR CUANTO ERES TIBIO...

Todos los mencionados en los renglones anteriores tienen una característica común sobresaliente: ¡todos ellos hacen que Dios se enferme del estómago! El estómago de Dios se enferma cuando observa a una "evangelimedusa" arrastrándose con la corriente de la opinión pública. Su estómago no puede aguantar a los "habitantes de las cercas", con sus piernas a horcajadas, una en el mundo y otra en la iglesia. Observa al "camaleón" cuando cambia sus colores según con quién se encuentre. Y a Dios le vienen náuseas cuando ve a un hijo suyo tratando de jugar al agente secreto. Cada una es una variedad del cristianismo falso que Dios no puede tragar. Algún día formarán un gran charco de vómito tibio (Apocalipsis 3:16).
Después de leer todo esto acerca del cristianismo falso y que conoces algunas de las características más importantes de estos tipos de "cristianos", déjame preguntarte algo:

¿Crees tú que tu vida refleja alguno de estos tipos de personas? Trata de ser lo más honesto contigo mismo, no ganarías nada si te engañaras.
¿Cómo te hace sentir esto?
¿Te has encontrado alguna vez con cristianos falsos? Trata de pensar en sus características de acuerdo a lo que has leído.
¿Te has sentido alguna vez presionado para "actuar como cristiano"? ¿De que forma?

Reflexiona un momento en lo que Jesús estará pensando de ti en este preciso momento.
Ahora déjame decirte cómo puedes ser un verdadero cristiano, ahora mismo, mientras terminas de leer.

Primer paso. Admite que tus pecados te han separado de Dios.

¿Cómo puede una persona convertirse en cristiana? La Biblia enseña que, en primer lugar, debes admitir que tus pecados te separan de Dios. ¿Alguna vez has confesado a Dios tus pecados de egoísmo, orgullo, codicia, mentira, inmoralidad y tantas otras cosas malas que hay en tu vida? El pecado trae gran dolor al corazón de Dios.

La Biblia afirma: "Sí, todos hemos pecado; ninguno de nosotros alcanza el glorioso ideal de Dios" (Romanos 3:23). Esto nos incluye. Es hora de ir a Dios y recibir el perdón que Él quiere dar.

Segundo paso. Cree en el milagro de la cruz.

La Biblia dice: "A Cristo también le tocó sufrir. Aunque jamás había cometido pecado, un día ofrendó su vida por nosotros los pecadores para llevarnos a Dios" (1 Pedro 3:18).
Jesús murió en la cruz para que cada uno de nosotros pudiera ser perdonado. A los ojos de Dios todos merecemos el castigo de ir eternamente al infierno por nuestro mal proceder, pero Dios envió a su Hijo para que sufriera sobre sí nuestro castigo.
Es como un juez que declara culpable al reo, y luego se sienta en el banquillo de los acusados para recibir él mismo la sentencia porque el acusado es su propio hijo. ¡Qué gran amor!

Quizá no entiendas por completo cómo es posible que Dios coloque el castigo de tu pecado sobre su propio Hijo, pero no necesitas entenderlo todo de una vez. Sólo necesitas creer que es verdad.
Se dice que nadie entiende totalmente la electricidad. Los científicos hablan de ella como de una propiedad fundamental de la materia. Pueden crear cargas eléctricas y generar electricidad, pero como un científico de la Universidad de Stanford dijo una vez: "La electricidad en esencia es realmente inexplicable".

Cuando te conviertas en un cristiano verdadero, probablemente no entiendas todo al comienzo, sin embargo tu entendimiento aumentará a medida que leas la Biblia y permitas que Dios te enseñe.

Tercer paso. Recibe a Cristo en tu vida.

La fe no se puede heredar. Dios tiene hijos, no nietos. Debes experimentar por ti mismo la presencia de Dios en tu vida. Todos lo cristianos hemos tenido que hacerlo. ¿Has venido a Cristo ya? ¿Has tomado tu decisión? La Biblia declara: "Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les concedió el derecho de convertirse en hijos de Dios." (Juan 1:12).
Preguntas ¿cómo? La mejor manera que conozco (y la más simple) es inclinar tu cabeza en oración, confesar tus pecados a Dios, abrir tu corazón a Cristo por la fe, creer en Él y recibirle.

Dile a Dios: "Padre Celestial, quiero ser un cristiano verdadero. Me doy cuenta de que mis pecados me han separado de ti. Por favor, perdóname. Creo en lo que Cristo hizo por mí en la cruz. No lo entiendo bien, pero lo acepto por mi fe. Quiero que Cristo viva en mi corazón. Quiero tener vida eterna. Señor, ven a mi vida y hazme un hijo tuyo ahora mismo, y yo te voy a seguir y te voy a obedecer como la Biblia lo manda. Amén".

Si has hecho esta oración de fe a Dios, ahora perteneces a Él y querrás conocerlo más y mejor. La mejor manera es leer su Palabra. Te recomiendo que comiences con el Evangelio de Juan en el
Nuevo Testamento. Recuerda que la Biblia es la manera en que Dios nos habla, de modo que cuando la leas, trata de encontrar ejemplos que seguir o instrucciones para obedecer.
Lee la Biblia, ¡Satúrate de ella!, ¡llénate de ella! Tus pensamientos y emociones comenzarán a cambiar al tiempo que leas la Palabra de Dios.

Luego, reúnete con otros cristianos. Trata de encontrar una iglesia donde la Biblia sea el centro, donde se adore a Cristo y donde se enseñe qué es un cristianismo verdadero (Lee Hebreos 10:25). Una vez en la iglesia, dile al pastor: "He recibido a Cristo", y espera a ver que pasa. Si el pastor no parece interesado en ayudarte a crecer espiritualmente, busca a otra iglesia que pueda ayudarte en este aspecto.

Empieza a orar. Has hablado con el Señor en tu corazón y él te contestó. El te ama, es tu Padre. La comunicación es la clave de cualquier relación. Así que tu relación con Dios sólo puede crecer si le hablas en oración. Pídele que te ayude a aprovechar al máximo la nueva vida que Él te ha dado.

Recuerda que, aún cuando Dios nos ha dado la salvación gratuitamente, esto no significa que descuidemos este regalo tan valioso, Jesús dijo que el que lo amaba a él, cumpliría sus mandamientos, y esto se hace por amor no por obligación. Decídete ahora mismo a vivir como Jesús quiere que vivamos, a seguirlo a Él en todo y verás como toda tu vida empieza a mejorar; no te engañes pues la Palabra dice que:
"Dios no puede ser burlado"

Por: Carlos Murillo.

Blogalaxia Blogalaxia Top Cristiano - el ranking de sitios cristianos EcuaBlogs.org