jueves, 28 de septiembre de 2006

La doble Bendición detrás de los Conflictos

Génesis 25: 29
Detrás de mi problema hay doble bendición.
Esta historia habla de dos hermanos gemelos, uno estaba cocinando un plato de lentejas, el otro cazando y llega hambriento. Jacob, el tramposo, le dice "Te doy de comer si me vendés tu primogenitura". Nunca debo decidir bajo cansancio. Cuando estás agotado o cansado siempre vas a tomar malas decisiones y Satanás va a esperar tu cansancio para robarte lo que Dios te prometió. No vendrá en momentos de fortaleza sino va a esperar que llegues cansado después de un día de trabajo para hacer sus ofertas y robarte la bendición. Hay gente que toma decisión cuando está bajo presión, cuando está en crisis de pareja, luego de un día de trabajo y siempre son malas decisiones; por eso nunca tomes decisiones después de un día de trabajo, nunca de noche, ni telefónicamente, ni cuando estás agotado. Por ejemplo a mí me cansan las estupideces, las pavadas me molestan y agotan, y yo sé que Satanás va a esperar que venga gente con veinte pavadas porque sabe que eso me agota. Tenés que saber qué es lo que te agota, te cansa, que no soportas porque después de eso Satanás va a venir a robar tu primogenitura. Primogenitura era un derecho espiritual que tenía el hijo mayor, el primero, era el más grande a nivel espiritual y tenía varias bendiciones. Derecho a que Dios iba a prosperar, a una cobertura, "el que te bendecía iba a ser bendito y el que te maldecía sería maldito". Era una bendición de autoridad.
Cuando su papá le impartió la primogenitura a Jacob, le dijo: "tendrás autoridad sobre la gente, sobre los pueblos". Primogenitura es tu herencia. La Biblia dice en el Nuevo Testamento que todos somos de la familia de los primogénitos, es decir que todos somos hijos mayores para el Señor y nos corresponde doble herencia. El primogénito recibía doble bendición. Pero Esaú era tan tonto que la vendió por un plato de lentejas, porque estaba bajo cansancio y dijo: "si no como un plato de guiso me muero". Porque cuando estás bajo presión todo es exagerado, tomás las decisiones más estúpidas, podes canjear lo mejor de tu vida, hipotecar tu futuro, por una decisión estúpida en tu presente. Cuando estás presionado en tu trabajo o por tus hijos, por tu familia, o económicamente, nunca tomes decisión porque siempre venderás la primogenitura.
Cinco cosas que nos van a bendecir:
Hay vida detrás de los problemas.
Después de mi problema económico, de mi conflicto de pareja, después de lo que me pasa, seguirá habiendo vida. No importa lo que estés pasando, hay vida después de tu problema. El problema va a sacar lo peor y lo mejor de vos y tendrás que elegir. Por ejemplo la esposa de Job, se murieron sus hijos y dijo "maldice a tu Dios y muérete", sacó lo peor de ella. Pero hay gente que saca lo mejor en los problemas. Detrás de un problema hay una doble bendición para los que sabemos sacar lo mejor en el momento más difícil, en medio de la crisis, en el dolor, porque hay vida después de ese problema. Toda la gente de fe terminó con una vida más grande después de sus problemas. Job bendijo a los tres que lo maldijeron y Dios le dio el doble. Cuando en medio del problema aprendés a sacar la mejor bendición, la mejor oración, la mejor actitud, la mejor sonrisa, tu herencia es el doble de parte del Señor. A José lo mandaron al pozo, lo reventaron, pero él siempre sacó lo mejor y Dios le dió lo mejor. David dijo: "cuando pase por el valle de la sombra de la muerte, Dios me dará el bien y la misericordia y me seguirán todos los días de mi vida". Gente de fe siempre terminó con una vida más grande después de su problema. Elegí si tu problema sacará lo mejor o lo peor. La mujer de Job le dijo "Maldice a Dios y muérete" y ella desapareció de escena; pero Job, en medio de su crisis, de su cáncer del piel, de la muerte de sus hijos, de su pobreza económica, pudo liberar una pequeña bendición y en esa bendición Dios le trajo prosperidad. Dice la canción: "cuando estás sufriendo, alaba"; estás llorando, alaba"; estás haciendo duelo, alaba; ha sido la vida injusta, alaba; si aprendés a sacar bueno, Dios te dará lo mejor. Hay gente que tiene fe en el pasado y te dice: "yo te dije que no te casarás", "que ese negocio te iba a ir mal", "que la cirugía de la nariz te quedaría horrible". Después que pasan las cosas vienen y te dicen "yo sabía que no iba a andar". Es como Marta, le dijo a Jesús: "Si hubieses estado acá mi hermano no se hubiese muerto", Jesús le dijo: "Marta, te he dicho que si crees ahora, verás la gloria del Señor", porque Dios no se mueve con gente que tiene fe en el pasado sino con la gente que tiene fe ahora, que dice: "Me equivoqué, me fue mal, no importa, no es momento de reprocharse es momento de ejercer fe ahora".
Sólo cuando aprenda a que nadie más lastime mi corazón entrare en mi doble bendición.
Estoy seguro, convencido que después de Vendas Mágicas y Las cuatro puertas, la mejor revelación que Dios me dio es que nadie lastime tu corazón. Cuando nadie más lastima tu corazón, estás listo para comportarte como hijo mayor, adulto, y recibir la mejor bendición. Por eso Dios va a entrenarte para que nadie lastime tu corazón. Job oró por sus amigos que lo atacaron, los bendijo, y cuando demostró en el mundo espiritual que las palabras no lo habían lastimado, entonces Dios le duplicó todas las cosas. Tenés que llegar al nivel que nadie más pueda ofenderte, nunca más lastimarte, bajonearte, entonces entraras a tu mejor nivel. Dios me reveló: "Cuando aprendas que la gente no te lastime te daré las bendiciones más gloriosa, más grandes que una persona pueda recibir". ¿Sabés por qué te lastimó la gente? Porque esperabas algo de ellos. No esperes nada de nadie porque te lastimará y eso duele. Cuando ponés tu esperanza en la gente, Dios se corre y dice: "A éste no le puedo dar cosas grandes porque todavía no entendió que esperanza está en Dios y Dios es el que da y el que quita". Hay vida después de la gente. "Se fue con una de quince el desgraciado", hay vida después de tu marido, hay vida después de tu esposa. "Mi mejor amigo me traicionó", hay vida después de tu amigo, porque a la lagartija le cortás el rabo y le sale otro rabo, pero al rabo no le sale otra lagartija. Lot era un parásito y se le pegó a Abraham. Abraham cortó el lazo. No inviertas para que la gente te recuerde, porque tiene memoria corta: hoy te recuerdan y mañana te olvidaron, hoy te levantan un pedestal y mañana te lo tiran por la cabeza. Nunca busques impresionar a la gente, porque un día la impresionás y mañana todo lo contrario; no gastes tiempo porque hoy es tu amigo y mañana se volvió tu enemigo. No idealices a nadie. La gente tiene que ser una fuente de inspiración, no una fuente de admiración; porque admiración no te cambia, inspiración sí.
Cuando alguien te lastima, esa persona tocó un punto débil en vos que necesita ser sanado.
Nunca te enojes con el que te agredió o te lastimó, porque si te duele es porque tocó un área de vulnerabilidad no sanada. En vez de enojarte con la persona por lo que dijo, invertí esa energía en decir "Padre, me di cuenta que todavía hay un área que me duele, quiero que la sanes porque he aprendido que si soy libre de la gente viene la doble bendición". No te dejes impresionar por nadie. ¡Sé libre de los lazos del alma! Lazo almático, pegoteado, intenso, afectivo: salen a comer todos juntos, van de acá para allá, siempre termina mal. Dios le dijo a Abraham, "Sal de tu tierra y de tu parentela a la tierra que te mostraré". Abraham le dijo ¿Dónde es? Y Dios no se lo dijo porque Abraham era un pegoteado de los padres, y si se lo hubiese dicho, los padres habrían llegado primero al lugar y le cortaban el sueño a Abraham. La prueba de que era pegoteado con su familia es que Dios le dijo que salga de su casa y su parentela y él llevó a su papá, Taré.
Llegaron a mitad de camino y el papá se murió, ahí Dios le dijo dónde era la tierra de bendición. Enseñanza: Hasta que no se mueran tus lazos almáticos, pegoteados, intensos, Dios no te revelará lo grandioso donde te va a llevar. El lazo almático te va a costar caro. Llegaron con Lot -que era el vago-, a un lugar que era de Abraham, Lot le dijo que quería separarse, que no quería seguirlo más, y Abraham le dijo "Elige la tierra". Lot eligió para un lado, Abraham para otro.
Enseñanza: Abraham podría haber tomado toda la bendición, pero tuvo que pagar la mitad por el error de haber hecho un vínculo almático con su sobrino. Si te pegoteas con alguien, la vas a pagar caro, parte de tu bendición la vas a perder porque hiciste un vínculo que no tendrías que haber hecho. Sé libre de la gente. La gente está para evangelizarla, discipularla, impartirle la unción, nada más. No estoy diciendo que no compartas, sino que no te pegotees, que no hagas un vínculo intenso en tu corazón, porque va a terminar mal, y después vas a venir llorando diciendo que tu mejor amigo te traicionó.
Cuando alguien me rechaza, desprecia o traiciona, cuando me amarga la vida, Dios pondrá gente cien veces mejor.
Siempre que alguien te lastime, Dios pondrá gente cien veces mejor y está cerca, lo vas a ver. Naamán era un leproso y había una chica de quince años que lo atendía porque era su sierva, y le dijo: "En mi pueblo hay un hombre de Dios que puede sanarte". Dios pondrá la gente menos pensada que te amará de verdad y van a defenderte y están cerca. Es tiempo que en tu oración digas: "Señor estaba mirando a la gente equivocada, me estaba concentrando en el que me lastimó, en lugar de ver que hay gente puesta por vos".
Nehemías se puso a llorar, tenía que edificar Jerusalén, Dios había preparado un rey perverso y pagano que le iba a dar todo lo que necesitara, siempre fue su jefe y estaba al lado, pero cuando Dios activó esa unción ya no fue más su jefe sino alguien que lo ayudó. Recién vi a un matrimonio que tuvieron la pérdida de un familiar y me decían "Pastor, vamos a seguir igual discipulando, trabajando, sirviendo". Yo dije: "Uauu. Hay gente valiosa!" Hay gente dócil, servicial y son los menos pensados. Muchos hemos sido bendecidos por gente desconocida, pero el mensaje poderoso es que siempre habrá gente que lastima y gente maravillosa cerca de uno. Cuando Jesús le dijo a Lázaro: "Sal fuera", salió vendado y dijo: "Desatadle". Hubo gente que te vendó pero también habrá gente que te va a desatar. La gente menos pensada, la que no creías, la que ignoraste, estarán ahí, en el momento más difícil te dará su bendición.
Siempre Dios me llevará por algo más grande.
Si apareció ese problema es porque Dios va a empujarte a algo más grande. Lo grande es nuestra herencia. Dios puso a Adán y a Eva en el huerto en Edén -Edén era el lugar, se cree que es Armenia hoy-. En un huerto hay semillas, cosecha y fruto. Después Dios dijo de crear los pájaros y los mandó al aire, a los animales terrestres los mandó a la tierra, a los peces los mandó al agua. Si yo pongo a un perrito en el mar para que ese sea su nuevo hogar, se muere porque lo saqué de su hábitat. Si a un delfín lo llevo a vivir a mi casa como mascota, se muere porque lo saque de su hábitat. El huerto es tu hábitat. Dios vivía en el huerto y allí formó a Adán y Eva. Tu huerto no es la tierra, tu herencia, tu hábitat, no son los aires ni es el mar, es donde hay multiplicación, abundancia, prosperidad. Si alguien te hizo creer que prosperidad no es tu herencia es por eso que estás sufriendo, porque te arrancaron de tu verdadero hábitat que no es pobreza, ni enfermedad, ni locura, tu hábitat es el huerto, donde vive Dios y esa es tu herencia.
Cruel es tirar a un perrito al agua, así de cruel es que alguien te haya enseñado que tenés que sufrir y no esperes prosperidad. Te dijeron: "Si sufrimos aquí reinaremos allá" ¿Sabés qué están haciendo? Te están arrancando del hábitat donde Dios te creó, donde El vivía y hay semilla y abundancia. Tenés que volver a ser plantado en el hábitat donde fuiste creado y todo lo que hagas te saldrá bien, Dios estará conmigo, nadie te podrá hacer frente. ¿Cómo puedo mantenerme viviendo en mi hábitat, en mi herencia? Es lo primero que tenés que restaurar.
Una hermana y me dijo que le enseñaron que Dios quiere darle lo justo y todo lo que sobre es lo que da el diablo y tiene que sacárselo. Desde que empezó a venir a nuestra iglesia y a escuchar abundancia, prosperidad, gloria, victoria, pensó: "no se estarán equivocando acá, y si Dios los castiga a todos por eso". Dios no te puso en la tierra ni en los aires ni en el agua; el huerto, la semilla, la abundancia, es tu hábitat y de ahí Satanás te sacó, pero cuando Cristo vino fuimos plantados nuevamente en la herencia que recuperó venciendo a Satanás para siempre en la cruz del Calvario.
Para mantenerme en mi hábitat de prosperidad debo sembrar. La ley que funciona en el huerto es siembra y cosecha. Tenés que ser un corazón dadivoso, porque los problemas te encierran y pensas en vos, pero si querés mantenerte en tu herencia tenés que aprender a sembrar. Sembrá tu tiempo en otros. La mayoría de la gente que no tiene a Cristo piensa en ellos mismos, y no entienden que puedan sembrar en otro. Aprendé a sembrar tiempo, caricias, palabras de bendición si querés mantenerte en ese lugar de abundancia. Jesús decía "Mirad lo que oís".
Aprendé a sembrar regalos, cosas, a ser generoso, a sembrar revelación; no te van a entender.
Por ejemplo, si decís que donaste dinero para una entidad de investigación de cáncer, la gente te aplaude; si decís que tomaste toda tu ropa y la sembraste entre los necesitados, te felicitan, pero si decís que sembraste en el reino y esperas el ciento por uno, ahí te van a atacar. Si decís que sembrás tiempo, caricias, palabras y esperas que Dios te dé el ciento por uno, te atacan. ¿Por qué no te atacan cuando decís que diste todo a los pobres pero cuando decís que sembras en el reino y esperas en Dios el ciento por uno la gente te mira mal, se enoja? Porque estás funcionando en fe, y la gente que no es de fe, no entiende el lenguaje de fe; y nosotros nos movemos en fe. No está mal dar, pero tenés que saber que Dios te da razón para ordenar, fe para milagros. Cuando usás razón sin fe, vivís una vida ordenada pero sin milagros; cuando usás fe estas lleno de milagros, pero sin razón tu vida se desordena y los milagros se pierden. Entonces tenés que saber usar razón, hay palabras, pasajes bíblicos donde Dios toca tu razón para que vivas coherentemente, pero hay palabras que tu razón no entiende porque eso es fe. Fe no entiende razones, porque es otro lenguaje. Si queremos mantenernos en el lugar de la promesa de Dios tenemos que aprender a sembrar: tiempo, caricias, palabras, revelación, afecto, cosas, ser sembradores. Tenemos que tener un sueño más grande que nosotros.
Soy digno de abundancia.
Digno. No seas como un cristiano pajarito, que lo más lejos que lleva su semilla es a su estómago, y eso en el reino te hace ser un pajarón. No hay nada mejor que dar, sembrar, formar, entrenar, liderar, eso te mantiene en tu hábitat. Sos digno. Los príncipes entraron a la tierra prometida y había gigantes y dijeron "no los podremos vencer". No dijeron "Dios no los podrá vencer", porque creían que Dios los podría vencer pero no creían que ellos podrían vencer. Así hay gente, que le decís "¿Crees que Dios te puede sanar?" Sí; y crees que Dios te puede prosperar? Sí; y crees que tenés derecho a ser sanado, crees que sos digno de ser prosperado y ahí dudan. Tenés que tener conciencia de dignidad, tenés derecho a vivir en la abundancia del Señor.
La bendición de Jehová es la enriquece y no añade tristeza con ella.
Abimelec era un desgraciado hijo de Gedeón, mató a todos cuanto se le cruzó, y cuando ya tenía todo en sus manos; Abimelec representa a Satanás, llegó donde había una torre, era lo que le faltaba encender el fuego y ya tenía la batalla completa, pero cuando estaba enciendo el fuego, una mujer estaba arriba y tenía una piedra de molino y la mujer la lanzó y le cayó la piedra y le aplastó el cráneo; y le dijo al escudero "Matame para que no digan que una mujer me mató".
Enseñanza: Satanás puede encender fuego todo, pero la torre (Cristo) no se puede tocar. Arriba de la torre está la iglesia (la mujer es la iglesia en la Biblia) y tiene la Palabra (que es una piedra). Cuando David soltó la piedra, soltó la Palabra y ya la había soltado antes cuando dijo: "tu cabeza estará en mis manos". Satanás pudo haber destruido todo pero Cristo sigue en victoria y arriba de Cristo está su iglesia, y su iglesia tiene una Palabra y esa palabra aplastará al que nos quiere lastimar.
Somos la iglesia, hay victoria en tus manos, hay poder. Hay vida después de la gente y después de los problemas. Soltá fe milagrosa, por un milagro de salud, económico, familiar, espiritual. ¡Somos dignos! Primogenitura se le da al más grande no a los agrandados, tenemos que ser grandes y comportarnos como tales. Nunca dejes que pisoteen tu dignidad y por nada vendas tu herencia espiritual. Doble bendición es tu herencia.
Pastor Bernardo Stamateas

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